Si, podría decirse que es la misma, la del teatro, la ópera, la de Prosper, de Bizet o la de España. Si es la misma, pero ahora ha mutado en la dramaturgia de Joan Millán con la dirección de Susana Uribe y, decidió renacer en Colombia en el escenario del Teatro La Máscara.
Karmen llegó a Ciudad Juárez, en octubre de 2018 y se acomodó como la mejor puesta en escena, en la tercera edición del festival internacional Teatro Sin Fronteras, que presenta Telón de Arena.
Una Karmen marginada, atrevida, provocadora y magistral, tomó un redondel de arena como escenario, para transfigurarse y manifestarse en todas las actrices en escena, allí tomó posesión para denunciar todo lo que ha de colapsar, lo impune, el erotismo puro, la pasión carnal y hasta la muerte.
La Karmen de aquí y de allá ha reaparecido en todas sus vidas, se ha multiplicado en todas las mujeres, ha venido a tomar el teatro contemporáneo para acomodarse como una de las mejores propuestas escénicas de américa latina por su contenido en la dramaturgia actual, con una dirección muy femenina, un vestuario provocador, una iluminación sublime, su coreografía y trazo de aplomo y, una música en vivo apabullante. Ella ha venido a provocar y a denunciar. Karmen, cuando ella habla los escenarios tiemblan y en absoluto todo oscurece.